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- N° páginas : 44
- Medidas: 230 x 270 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Carton‚
Miss Válida MINGUEZ,CARMEN
Si hay un libro capaz de transmitir amor por las palabras es Miss Válida. Un amor tan fuerte como para hacer olvidar la sordera o... enseñar a leer a un gato.
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Sinopsis
Su cuarto estaba lleno de las más hermosas: mamá, papá, besos, juguetes, amor… Era curioso ver cómo las palabras cobraban vida en su habitación. Un día, por ejemplo, llegó con la palabra baúl bien grande y guardó allí algunas de las que ya no usaba.
Sin embargo, tantas coleccionó: cantamañanas, patatús, periquete, pereza, carcajada… que se metió en un montón de líos.
Cuando la conocí, arrastraba un gran castigo en mayúsculas para tirarlo al contenedor y yo, que era un gato callejero que no sabía leer ni escribir, ya no quise separarme de ella. Ahora, que ya casi he aprendido, quiero contaros su historia.
Autor: Minguez, Carmen
Nació el 25 de Julio de 1978, nueve días más tarde de lo que se esperaba. Fue la última vez que mostró impuntualidad. Sería porque hacía calor y no le gusta nada. Adora el frío de su Burgos natal. Ciudad monumental y tranquila en la que siguen pasando cosas lo suficientemente interesantes como para ver en ellas la magia de lo cotidiano. Esa magia que busca en todas partes y que encuentra en ocasiones. Estudió imagen y sonido y pronto se decantó por la imagen porque los pájaros de su cabeza no la dejaban oír otra cosa. Lleva una década trabajando de fotógrafa, sobre todo infantil. Será cuentista por el trato con niños, o porque ella misma se aferra a dejar de serlo. Antes escribía relatos, para ella sola porque pocos han salido del cajón. Pero con los cuentos infantiles es otra cosa. Esos pequeños traviesos son incontrolables y han salido volando. Batiendo sus hojas hasta llegar a Hotel papel, que publica su primera obra “Miss Válida”. Sea con palabras o imágenes lo que más le gusta después de reírse es contar historias. Ya lo hacía antes de escribir, desde el parvulario, donde la seño la ponía delante de la clase para contar sus aventuras particulares. Hace mucho como para recordar de qué trataban, pero lo dice la madre de Carmen, otra Carmen a quien le debemos agradecer su amor por los libros.