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Busqueda avanzada- N° páginas : 352
- Medidas: 130 x 200 mm.
- Peso: 500 gr
- Encuadernación: Rústica
Stanley y las mujeres AMIS,KINGSLEY
Una ácida comedia negra del inimitable Kingsley Amis. Una diatriba sobre la locura, el alcohol, el sur de Londres, el thatcherismo y la guerra de los sexos.
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Sinopsis
El libro en los medios
Fue el mayor escritor y bebedor de Inglaterra: "Si no tienes resaca, aún estás borracho" - El Confidencial - 26 de abril de 2022
Esta semana el novelista Kingsley Amis, padre del también escritor Martin Amis, bebedor y extremista, habría cumplido 100 años.
Brindar por las mujeres que derrochan negativas - Revista Ñ
El protagonista de una novela del gran narrador inglés se enfrenta al mundo armado de una misoginia cómica. El magisterio de Kingsley Amis le infundió a la novela inglesa una compacta vulnerabilidad y se confundió con el ejercicio irascible de escribirla. Sus recursos parecían abastecerla de sobra. Por un lado, la emergencia necesaria de una voz renovada, conciente hasta la ultratumba del estado de lengua: Stanley discierne el acento social de un tono que vive en South London apenas una estación más al norte de la suya propia.
La novela más extraña de Kingsley Amis - Eterna Cadencia
Stanley y las mujeres es la novela más extraña de Kingsley Amis. Su existencia está enmarcada entre dos sucesos clave, que la sujetan como un sándwich por detrás y por delante: una rebanada es el divorcio holocáustico de su segunda mujer, la actriz y escritora Elizabeth Jane Howard; la otra rebanada, la posterior, es la siguiente novela que escribió, Los viejos demonios (1986), que fue premiada con el Booker Prize y que algunos consideran su mayor logro (junto a, claro está, Lucky Jim, su cegador debut de 1954). En esa posición tan poco agraciada, tan poco cómoda, Stanley y las mujeres puede considerarse como lo que tal vez sea: un esputo verdoso, purulento, que Amis alojaba en su garganta y que necesitaba sacarse de dentro para poder seguir adelante, para volver a escribir desde la cordura y la compasión.
Algunas recomendaciones de lectura - Vicente Luis Mora
Este libro de Jon Bilbao se compone de tres cuentos largos o de tres "nouvelles" breves, según se mire. El último es muy bueno. Los dos primeros, y no uso nunca o casi nunca este adjetivo, son extraordinarios.
El salivazo misógino de Kingsley Amis - Hoy es Arte
No cuesta nada imaginar que si hoy viviera Paco Umbral sería trending topic un día sí y el otro también. Y no por la acreditada calidad de su escritura, sino por esa pasión para pisar charcos cuanto más grandes mejor. La provocación y las ganas de escandalizar eran a sus columnas lo que la bufanda y el gesto mohíno a su aspecto: inseparables.
La escritura en defensa propia - Estado Crítico
Una de las cosas que más placer nos produce a los seres humanos, descartando aquello en lo que usted está pensando ahora mismo, es saltarnos los prólogos de los libros que vamos a leer. Los consideramos como una intromisión en nuestra íntima y premeditada relación con el autor, como si en tu casa se presentara tu cuñado de improviso (valga la redundancia). Cierto es que hay prólogos que responden a eso que técnicamente se ha dado en llamar “Soy incapaz de escribir una novela pero mira qué bien se me dan los prólogos”. O, peor aún, esa modalidad titulada “Yo he venido aquí a hablar de mi amigo”. Y sí, son aquellos en los que usted está pensando ahora mismo.
Stanley y las mujeres de Kingsley Amis, una lectura de Javier Divisa - Revista Eñe
Kingsley Amis incide durante todo la trayectoria de la novela en la vulnerabilidad de los hombres y las mujeres, y la saturación de inquina que tienen los divorcios, incluso los nuevos matrimonios, las milimétricas lindes entre el amor y el odio, y el viaje de vuelta del odio al amor.
Stanley y las mujeres, de Kingsley Amis - Libros y Literatura
"En cualquier caso, el resultado es bueno, muy bueno. Stanley y las mujeres es una novela que no deja indiferente y que nos hace replantearnos muchas de nuestras propias ideas."
Stanley y las mujeres - Anika entre libros
"La novela que ahora edita Impedimenta mantiene el oficio y la calidad que se le supone a un autor de su categoría. Demuestra conocer bien los mecanismos psicológicos por los que nos movemos, y una capacidad de sabio novelista para expresar qué sienten los personajes y por qué.
Stanley y las mujeres (Impedimenta) - El Confidencial - 24 noviembre 2017
Stanley y las mujeres brinda una muy particular y encantadoramente añeja crítica de la condición femenina.
Stanley y las mujeres de Kingsley Amis - Letras en vena
"En el prólogo nos definen esta novela de Kingsley Amis como un vómito, ácida y provocadora, la verdad no entiendo la creación de otro modo que no sea desde las entrañas. El autor escribió esta obra tras un divorcio y puso esa fuerza desgarradora en movimiento. Sus personajes femeninos no son ángeles cándidos sino mujeres fuertes que dominan sus vidas y hacen lo que sea necesario para salirse con la suya aunque uno se de cuenta tarde y no pueda hacer nada para evitar los desastres."
Kingsley y el bacalao
Reseña del libro Stanley y las mujeres por el creador de su prólogo, Kiko Amat.
Humor amargo
Artículo sobre Stanley y las mujeres de Kingsley Amis por el Diario de Sevilla.
Kingsley Amis también fue escritor de ciencia ficción (y adoró a Robert Sheckley)
Laura Fernández repasa la trayectoria del irrepetible novelista británico.
Stanley y las mujeres (Impedimenta) - Magazine Fashion&Arts, septiembre 2017
Exquisita provocación en una época en que ésta se confunde con el ruido.
DescargarAutor: Amis, Kingsley
Nació en 1922 en Londres. Cursó estudios en el St. John's College de la Universidad de Oxford. Su primera novela, Lucky Jim (1953), influyó en el grupo de dramaturgos y novelistas británicos que acabarían siendo conocidos como los Jóvenes Airado. Otras obras suyas son Una chica como tú (1960), El hombre verde (1970) y El caso de Jack (1979). En una etapa posterior, coincidiendo con su segundo matrimonio, publicaría Stanley y las mujeres (1984) o Los viejos demonios (1986), con la que ganó el premio Booker de aquel año. En 1990 le fue concedido el título de sir. Falleció en Londres en 1995.