Buscador de libros
Busqueda avanzada- N° páginas : 104
- Medidas: 135 x 210 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Rústica
El doctor Héraclius Gloss DE MAUPASSANT,GUY
El doctor Gloss es un amante del saber que consagra su vida a la búsqueda de la verdad absoluta. El humor y la inteligencia son las claves de esta ingeniosa novela.
¿Quieres comprar este libro? Busca tu librería más cercana

Sinopsis
Una historia de tintes grotescos sobre la búsqueda de la piedra filosofal; es más, sobre la búsqueda de la verdad absoluta. A favor del vegetarianismo y los animales, pero también en contra, la vida de este doctor presa de las contradicciones parece estar construida sobre aquellas famosas palabras del poeta Arthur Rimbaud: «Yo soy otro».
El libro en los medios
En La Vanguardia, 18 abril 2015
¿Qué sucede tras la muerte? Una historia con tintes grotescos sobre la obsesión de un peculiar doctor
DescargarEl Doctor Heraclius Gloss (Periférica) - El Cultural, 24 febrero 2015
Ni qué decir tiene que El doctor Héraclius Gloss es una sátira mordaz tanto de la pretensión de que existe una verdad absoluta como de los inconvenientes que acarrean su búsqueda y la obligación de vivir, caso de pensar que se ha encontrado, bajo sus inevitables dictados. La cuestión tiene, desde hace siglos y siglos, una actualidad constante, pues no cesa la tensión entre el impulso de descubrir y acatar una presunta verdad absoluta y la tendencia al eclecticismo o, dicho de otro modo, a proporcionarse un menú largo y estrecho de convicciones parciales, tomadas de aquí y de allá, para, con lo uno o con lo otro, pisar suelo e ir tirando.
Autor: de Maupassant, Guy
(Francia, 1850-1893) conoció a los 17 años a Flaubert, quien le presentó a algunos de los escritores más importantes de la época, entre ellos Émile Zola, que publicaría uno de sus primeros y más famosos relatos: «Bola de sebo» (1880), en la antología-manifiesto del naturalismo, Las veladas de Médan. Aunque sus novelas alcanzaron gran notoriedad, serían sus cuentos los que le convertirían en uno de los autores fundamentales del XIX, a la altura de otros maestros del relato como Poe o Chéjov, dos autores citados precisamente por Julien Gracq para explicar el «acertado ensamblaje entre realismo y horror» que supone su narrativa breve, «un autor entre dos polos nerviosos», como lo definiera también Gómez de la Serna.