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Busqueda avanzada- N° páginas : 80
- Medidas: 135 x 210 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Rústica
ENCENDER UNA HOGUERA LONDON,JACK
No hay en ninguna de las dos versiones de esta historia, que reunimos por primera vez en nuestra edición, espacio para lo «sentimentaloide», y pocas veces el carácter de los hombres ha sido tan bien radiografiado como en estas pocas pero fundamentales páginas: angustiosas, hermosísimas y terribles a la vez.
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Sinopsis
El libro en los medios
"El hombre, variaciones" (Editorial Periférica) Diario de Valencia, 15 noviembre 2013
No hay en ninguna de las dos versiones de esta historia, que reunimos por primera vez en nuestra edición, espacio para lo «sentimentaloide», y pocas veces el carácter de los hombres ha sido tan bien radiografiado como en estas pocas pero fundamentales páginas: angustiosas, hermosísimas y terribles a la vez.
Descargar"Destinos glaciares" (Editorial Periférica) El Norte de Castilla, 21 de septiembre 2013
No hay en ninguna de las dos versiones de esta historia, que reunimos por primera vez en nuestra edición, espacio para lo «sentimentaloide», y pocas veces el carácter de los hombres ha sido tan bien radiografiado como en estas pocas pero fundamentales páginas: angustiosas, hermosísimas y terribles a la vez.
DescargarEncender un relato en medio del frío (Periférica). Koult, 1 octubre 2013
"Este Encender una hoguera por duplicado como nos la presenta Periférica sorprende, es una gran oportunidad para escritores, para que puedan ver las entrañas del relato y que experimenten cómo se extiende una narración a la vez que se multiplica su contenido."
Encender una hoguera (Periférica). La librería de Javier, 25 agosto 2013
"La editorial Periférica nos ofrece una experiencia literaria única: la de poder apreciar los cambios que Jack London sometió a uno de sus relatos cortos más célebres en el transcurso de seis años. El cuento en cuestión se llama “Encender una hoguera” y tuvo su origen en el año 1902 y se componía de 14 páginas. En él un cazador llamado Tom Vincent ha de atravesar una gran extensión de bosque para poder acudir a una cabaña en donde ha quedado con sus compañeros. Las condiciones climatológicas, con temperaturas más bajas de 60 º bajo cero le provocan casi la muerte al no poder encender una hoguera que le salvaría la vida. En el segundo relato que incluye el libro, esta vez fechado en el año 1908 los cambios son muy evidentes. Si bien el primer texto, y quizá debido a la brevedad, fue publicado dentro de una revista, esta vez formó parte de una publicación literaria de relatos de nombre “The century magazine”. La más destacable diferencia la vemos en la extensión que esta vez es de 36 páginas, casi el triple que en la original. Pero en el momento en el que nos introducimos dentro de la obra comenzamos a ver los cambios efectuados por el autor."
Encender una hoguera (Periférica). Perdidos en la Atlántida, 25 julio 2013
"Una obra pura y desnuda de sentimientos de la verdadera existencia del ser humano. Una lucha por sobrevivir que únicamente podía salir de la maravillosa mente del malogrado Jack London."
‘ENCENDER UNA HOGUERA’ ( LAS DOS VERSIONES ) JACK LONDON (Periférica). Melibro, 24 julio 2013
"La editorial Periférica ha editado un pequeña joya de uno de los más grandes autores de todos los tiempos, Jack London. Nadie como él ha sabido mostrar la difícil relación entre el hombre y la naturaleza. Se trata de “Encender una hoguera“, y el presente volumen nos presenta las dos versiones que London escribiera, la versión de 1902, más cortita, y la de 1908, algo más extensa. Viene rematado por el postfacio del traductor, Juan Cárdenas."
Autor: London, Jack
Jack London (1876-1916) “vivió cuarenta años y escribió cuarenta libros”, según dijera Ernest Hemingway, uno de sus más atentos lectores. Durante décadas se le consideró fundamentalmente un aventurero que escribía, y no un intelectual (de raíces socialistas) con unas “dotes portentosas para la narración de acciones y pensamientos”, como lo definió Raymond Carver. Su capacidad para la descripción de paisajes agrestes y personajes casi siempre rudos (con ese uso magistral de los animales, fundamentalmente de los perros, como contrafigura, en expresión suya, de “lo mejor que hay en los seres humanos”), añadida a una gran economía de lenguaje y una singular brillantez en el desarrollo de la acción, son, sin duda, la base de una de las cumbres de la literatura norteamericana de todos los tiempos, a medio camino entre la generación de los Melville, Hawthorne, Poe, Thoreau o Whitman y la llamada generación perdida: Dos Passos, Faulkner, Steinbeck, Fitzgerald… Autor de numerosas obras maestras, como La llamada de lo salvaje (1903), El lobo de mar (1904), Colmillo blanco (1906), El talón de hierro (1908) o Martin Eden (1909), basadas buena parte de ellas en su propia vida, London se sirvió de su experiencia en el Klondike como buscador de oro para escribir Encender una hoguera, considerada su mejor obra en formato breve.