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El viajero de Altruria: portada
  • N° páginas : 232
  • Medidas: 230 x 150 mm.
  • Peso: gr
  • Encuadernación:
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El viajero de Altruria HOWELLS,WILLIAM DEAN

Un retrato satírico de la vida estadounidense del s. XIX a través de la visión de un extraño visitante venido de la República de Altruria. Inédito en castellano.

Editorial:
Traductor:
Irene Oliva Luque
Ilustrador:
Óscar Sanmartín Vargas
Colección:
2º ASALTO
Materia BIC:
FICCIÓN MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
ISBN:
978-84-96911-93-2
EAN:
9788496911932
Precio:
18.27 €
Precio con IVA:
19.00 €

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Sinopsis

EEUU, s. XIX. Un tipo extraño llega la estación de tren de Boston. Es el sr. Homos, proveniente de un país llamado Altruria, que ha venido para estudiar su tan admirada civilización americana. En el andén le espera el sr. Twelvemough, un novelista americano que hará las veces de Cicerone y será el narrador de esta historia. Toda clase de situaciones cómicas se darán a partir del minuto cero, en cuanto ambos personajes se den perfecta cuenta de cuán diferentes son sus códigos culturales. Y entonces, todas las contradicciones del sueño americano saldrán a flote.

El libro en los medios

WILLIAM DEAN HOWELLS: EL VIAJERO DE ALTRURIA, LIBROS DE CÍBOLA, 28/12/2017

28/12/2016

El viajero de Altruria es una obra que ha merecido poca atención de los estudiosos de las utopías literarias. Ni Raymond Trousson en su Historia de la literatura utópica, ni Lewis Munford en su Historia de las utopías hacen mención de esta novela. Y es extraño, porque la obra de Howells plantea un estado utópico, Altruria, inspirado en las doctrinas socialistas del momento, que tiene grandes similitudes con novelas contemporáneas como Noticias de ninguna parte de William Morris o El año 2000 de Edward Bellamy, que sí obtuvieron gran éxito.

REVISTA MERCURIO, EL RINCÓN DEL LIBRERO

02/09/2016

Enrique, de la Librería Áncora, recomienda la lectura de EL VIAJERO DE ALTRURIA de W.D. Howells.

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Onda cero, Ignacio del Valle

25/06/2016

Ignacio del Valle recomienda en Onda cero EL VIAJERO DE ALTRURIA, minuto 26.50.

EL VIAJERO DE ALTRURIA (Je dis ce que j"en sens, Joan Flores)

10/06/2016

«EL VIAJERO DE ALTRURIA no se trata de un viaje a Utopía, sino que es la propia Utopía (...) La presente edición de Tropo Editores en la primera traducción de esta obra al castellano y una de las pocas disponibles del total de la producción del autor, particularmente prolífico en varios géneros literarios; ni siquiera su obra tal vez más conocida, Indian Summer, cuenta con traducción española. Es increíble, y esto no tiene nada que ver con la reseña, es solamente una reflexión en voz alta, la cantidad de excelente literatura que, por dejadez o por ignorancia, permanece inalcanzable para el lector en castellano».

Secretos de la clase alta (EL HERALDO DE ARAGÓN)

12/05/2016

"EL VIAJERO DE ALTRURIA (...) a pesar de no ser un libro contemporáneo, su contenido, en algunos aspectos, sigue siendo de dolorosa actualidad. (...) Ojalá la reedición de esta obra le lleve a dejar de ser [Howells], como se ha dicho de él, el gran escritor desconocido del siglo XX".

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La malagueña detrás de las novelas (LA OPINIÓN DE MURCIA)

05/05/2016

Irene Oliva se ha abierto paso en el mundo de la traducción literaria gracias a una formación apuntalada con Traducción e Interpretación, Filología Inglesa y un máster en Traducción Literaria El miércoles presentó en la librería Áncora su traducción de la novela "El viajero de Altruria" de William Dean Howells. Cuenta Irene Oliva que como sabía que el próximo autor que iba a traducir, el norteamericano William Dean Howells –un escritor a caballo entre el XIX y el XX– era un gran admirador de Galdós, «me puse a leer a Galdós y aluciné con la vivacidad de su lenguaje y lo novedoso», y también le sorprendió encontrarse con expresiones como dabuten. «¿Dabuten es tan viejo?, pues sí, viejo», sonríe. La traductora malagueña de 34 años presentó el pasado martes en la librería Áncora de la plaza de Uncibay su traducción de El viajero de Altruria del mencionado autor estadounidense, un verdadero desconocido en España y que la propia Irene dio a conocer a la editorial Tropo, que finalmente le encargó la traducción. «Fue un poco por azar, lo descubrí porque aparecía la cita en otro libro que estaba leyendo, me picó la curiosidad y me puse a leerlo», explica. Irene hizo luego lo que ella misma aconseja a todo traductor que comience: «Mi manera de acercarme a las casas editoriales es decirles, este libro es maravilloso, yo creo que lo deberíais publicar, encaja con vuestro catálogo y yo te lo traduzco», ríe. Y de esta forma, esta traductora formada en la Universidad de Málaga (primero estudió Traducción e Interpretación y luego Filología Inglesa) se ha ido abriendo camino y ya lleva una quincena de obras traducidas tanto de inglés como de italiano. Además, Irene Oliva habla francés y catalán, lengua esta que domina desde que se marchó a vivir hace dos años a Barcelona, donde también ha realizado un máster de Traducción Literaria en la Pompeu Fabra. En su opinión, de la traducción literaria la dificultad estriba en «ver bien por dónde va el autor» para captar su estilo. Y de William Dean Howells destaca por ejemplo que en El viajero de Altruria, además de una trama atractiva «hay mucha calidad literaria». La obra, por cierto, cuenta la visita a Estados Unidos de un viajero de Altruria, un país imaginario, y su «mirada inocente e irónica» sirve para diseccionar la sociedad de su época. «Es una novela de corte realista pero en la línea de las novelas utópicas que se publicaron en Estados Unidos entre finales del XIX y principios del XX. El Mago de Oz, por ejemplo, es de esa época», explica. Desde hace año y medio, la traductora malagueña no para de trabajar y es asidua de varias editoriales como Galaxia Gutenberg o la propia Tropo, para la que prepara otra traducción. «Trabajo una media de diez horas diarias, al principio no le quieres decir no a nadie y además porque si no no te salen las cuentas, pero aprovecho para reivindicar que las tarifas deberían ser más altas, eso va en beneficio de todos porque si tienes que traducir menos te vas a volcar en el trabajo que tienes». Armada de diccionarios digitales y una gran pasión por la literatura, Irene Oliva compagina la traducción de novelas con la de ensayos y trabajos. Sueña con traducir alguna día a la escocesa Muriel Spark –«su primera novela está inédita en español», apunta– pero también del italiano a Italo Calvino y Natalia Gingzburg y desea alguna día traducir a autores franceses. Irene Oliva es la malagueña detrás de las novelas. Lo que leemos en español es, a la postre, su trabajo.

À la desciberta d"Altruria (Núvol)

06/03/2016

La setmana passada va arribar a les llibreries El viajero de Altruria (Tropo Editores, traducció d’Irene Oliva Luque), una novel·la utòpica que es pot emmarcar dins de l’anomenat realisme socialista o ètic, corrent literari en voga a finals del segle XIX. Es tracta d’una obra d’un dels autors més rellevants, imprescindibles i socialment compromesos de la història de la literatura nord-americana, William Dean Howells, que incomprensiblement avui en dia és gairebé un desconegut en el panorama editorial en català i castellà. De fet, aquest article podria servir d’altaveu per fer una crida a les editorials catalanes… Alguna s’atreveix a traduir-lo? Ens trobem davant d’un escriptor que, pel seu valor literari, ha rebut elogis no només dels seus contemporanis —autors del calibre d’Henry James o Mark Twain—, sinó també d’escriptors actuals com a John Updike, segons el qual Howells fou “el profeta original i fins ara invencible de l’anti-novel·la, el novel·lista nord-americà que va saber reconèixer la personalitat mediocre de la societat nord-americana i descriure-la rebutjant alhora la histèria romàntica i el formalisme excessivament introspectiu”. Quan vaig començar a llegir El viajero de Altruria no la vaig poder deixar fins a acabar-la. No sols el relat de l’altrurià va aconseguir conquistar-me, perquè, de la mateixa manera que li passa a la resta dels personatges amb els quals interactua, també ho va fer la descripció fidel i crítica —mitjançant l’humorisme, la ironia i el sarcasme— de la societat nord-americana de l’època. Una època i una societat no tan llunyanes de la nostra realitat, ja que molts dels problemes plantejats encara són presents més de cent anys després, tant als Estats Units, com en tots els territoris que considerem primer món. En la novel·la, Howells ens presenta el senyor Homos, ciutadà de la remota illa d’Altruria, que viatja fins a l’aparent paradigma de la civilització i la democràcia, els Estats Units d’Amèrica, per estudiar-ne la societat i el sistema polític i econòmic. De la mà del seu amfitrió, l’escriptor Twelvemough, i a través de trobades amb personatges representatius de diferents classes socials —un banquer, un mossèn, un professor d’economia política, un empresari i la seva dona—, que gairebé no tenen relació amb la nombrosa classe obrera, el viatger arribat d’Altruria descobreix i posa en evidència les incoherències, injustícies i limitacions del sistema capitalista i el somni americà. Altres temes com la religió, la guerra, la literatura, l’individualisme o el paper de la dona en la societat tampoc no passen desapercebuts per a aquest estranger que serà fins i tot acusat d’impostor: se sospita que la nació a la qual diu pertànyer no és més que una recreació fictícia de les idees d’altres pensadors com Thomas More, en la seva obra Utopia, o Francis Bacon a La nova Atlàntida. En definitiva, s’ha recuperat una obra de sorprenent vigència, atès que descriu una problemàtica política, econòmica, social, religiosa i de gènere que malauradament segueix latent en l’actualitat. El viajero de Altruria es presentarà dimecres 9 de març a les 19:30 h a la llibreria La Impossible, amb la presència de Patricia Sarabia, editora de Tropo, i Irene Oliva Luque, traductora.

EL VIAJERO DE ALTRURIA (Libresdelectura)

04/03/2016

EL VIAJERO DE ALTRURIA - WILLIAM DEAN HOWELLS El viajero de Altruria es la joya escrita por el intelectual y aclamado escritor del siglo XIX William Dean Howells y publicada en España recientemente por Tropo Editores. Codeándose con los escritores más brillantes de la época, Dean Howells acabó confeccionando una novela apabulladora en contra del egoísmo, del afán por el beneficio propio y del desinterés social de los florecientes Estados Unidos en particular, y de toda nación en general. Muy comparada con obras como Utopía de Tomás Moro o La República de Platón, El viajero de Altruria es un intento de despertar totalmente necesario en esta, y en esa, época. De la mano del narrador Twelvemough, novelista estadounidense de clase alta, conocemos al señor Homos, el viajero, recién llegado de su país de origen. Altruria – lugar utópico que coge como símbolo el concepto acuñado por Comte del vocablo latín ‘alter’ y que lleva al lector al recuerdo de la tan literaturizada Atlántida –, es el país de la igualdad, donde no hay valor para el dinero sino para el beneficio común, donde se avanza cogiendo la mano de la gente de alrededor y no apartándolos, con fuerza, del camino. Homos llega a Boston para conocer los rasgos característicos de esa sociedad con el aliciente del enamoramiento ideal que tienen todos con su país de origen. Llamando constantemente la atención por sus maneras – dejando de lado los convencionalismos de clases, atendiendo a cualquier ser humano que se precie – el recién llegado acaba provocando inquietud y mucha incógnita en todos los reputados ciudadanos que componen el círculo de Twelvemough. Mediante preguntas y pocas palabras, Homos empieza a hacerse una idea de un país que se dirige a una catástrofe que ya vivieron los ciudadanos de Altruria. Atónito ante las confesiones de modo totalmente natural e incluso orgulloso por parte de los americanos, acaba dejándose llevar por la hermandad y el acogimiento de la gente del pueblo, con quien comparte labores y ayuda en todo lo que puede. Homos conoce ese avance desolador de las sociedades porque ya lo tuvieron que sufrir en Altruria. Allí, debido al mismo total interés propio que domina Estados Unidos, hubieron de sufrir la caída de toda una colectividad y levantarse sobre la base del bien común. El altruismo como única posibilidad de supervivencia. Creando incluso malestar en la clase alta por su eliminación de barreras sociales, Homos será llevado hacia ese interés que les domina y que les conmina a descubrir lo que para ellos es una impostura: la existencia real de algo como Altruria. Homos acabará aceptando hablar enteramente de su país, delante de toda una colectividad mezcla de todas las clases y estamentos sociales. Dejará de lado sus incómodas e insistentes preguntas para empezar a dar respuestas y dejar sin habla y totalmente indignados a aquellos que no creyeron en la posibilidad de una Altruria, a aquellos que no quisieron creer en ello. A través de la sátira que desprende la aparente ingenuidad de Homos, Dean Howells es capaz de confeccionar una novela que tantos años después sigue completamente vigente. El viajero de Altruria es un azote a todos aquellos que aceptan como único hermano a la persona que ven frente al espejo, que ven la grandeza en los bolsillos abultados, que sienten el éxito solo cuando han dejado a alguien sin él. Y eso es vigente siempre. De personas a ciudades, de ciudades a países y de países al mundo. Todos controlados por la interminable escalera vertical donde solo hay espacio para uno y que, en cierta manera, si se pusiera en horizontal, ofrecería un espacio para todos. Sin necesidad de subir, sin necesidad de mirar hacia arriba o hacia abajo, sin necesidad de necesitar nada.

“El viajero de Altruria” de William Dean Howells (LOS LIBREROS RECOMIENDAN)

23/02/2016

¿Conoces esa sensación que uno tiene al ver una película clásica? Esa sencillez en la construcción y a la vez complejidad en el fondo. Esa forma de llegar al corazón sin alardes ni engaños. Este libro es un ejemplo de lo que considero un clásico. Posiblemente no tenga nada que ver, pero al leerlo no dejaba de pensar en R. L. Stevenson y su Isla del Tesoro. Son historias distintas, pero creadas para provocar una infinidad de sensaciones que permanecen de la forma más sencilla. Hoy la literatura parece perder ese destello y leemos por un lado, ensayos tremendos sobre la situación actual o ridículas crónicas que pretenden ser cómicas y no lo son. Por supuesto que hay obras maestras que novelan o describen nuestra forma de vida actual, pero esa sensación de mostrar una época como si de un cuento se tratase y aún así percibir la crítica o la descripción histórica, parece perderse en un tiempo pasado. El viajero de Altruria es un fresco histórico con la sensación de estar jugando con la pelota en el patio del colegio. Y de la editorial que vamos a decir, pues que Tropo es Tropo. Así de sencillo. Pedro González Librería Hipérbole (Ibiza).

El viajero de Altruriua (Tropo) - Hipérbole, 20.02.16

22/02/2016

El viajero de Altruria es un freso histórico con la sensación de estar jugando con la pelota en el patio del colegio.

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LIBROS QUE LLEGAN (EL RECEPTOR)

20/02/2016

Interesante esta obra -relato largo, quizá, con sus sesenta y tantas páginas de texto en un libro de poco más de ochenta- en la que Alcott sigue en registros más cercanos al de la intriga psicológica -similares a los de Un cuento de enfermera– con una protagonista a merced del control -médico, pero también mental- de un doctor con intenciones cuanto menos ambiguas. – El viajero de Altruria de William Dean Howells, ed. Tropo

Reseña de Pedro, Librería Hipérbole (Ibiza)

18/02/2016

«Darte las gracias por EL VIAJERO DE ALTRURIA. ¿Sabes esa sensación que uno tiene al ver una película clásica? Esa sencillez en la construcción y a la vez complejidad en el fondo. Esa forma de llegar al corazón sin alardes ni engaños. Este libro es un ejemplo de lo que consideró un clásico. Quizá no tenga nada que ver pero al leerlo no dejaba de pensar en Stevenson y su ISLA DEL TESORO. Son historias distintas pero creadas para provocar una infinidad de sensaciones que permanecen de la forma más sencilla. Hoy la literatura parece perder ese destello y leemos por un lado ensayos tremendos sobre la situación actual o ridículas crónicas que pretenden ser cómicas y no lo son. Por supuesto que hay obras maestras que novelan o describen nuestra forma de vida actual, pero esa sensación de mostrar una época como si de un cuento se tratase y aún así percibir la crítica o la descripción histórica parece perderse en un tiempo pasado. He leído un fresco histórico con la sensación de estar jugando con la pelota en el patio del colegio».

Altruria, por Concha Zardoya

14/02/1983

William Dean Howells -cuyo método novelístico ha recibido el nombre de realismo reticente, término acuñado por él mismo- fue uno de los primeros intelectuales americanos que habló en favor de la justicia social. Constituyó un verdadero acto de heroísmo hablar en 1886 para los Anarquistas de Chicago. El fue el primer literato americano distinguido que expuso el socialismo marxista, convirtiéndose en el consejero de muchos jóvenes rebeldes de la época. Su corazón estaba al lado de los débiles y de los explotados. (Hoy estaría junto a los hombres y mujeres sin trabajo). The Traveller from Alturia (1894) -que inicia sus novelas utópicas- sometía el sistema capitalista a un severo análisis crítico. Es un libro inteligente que desarma al lector. Su urbanidad -el bienestar altrúrico parece estar en la línea de Platón, Moro y Bellamy- es sólo una máscara: protegido por ella, ataca al capitalismo, que, a su juicio, es un cáncer que destruye lentamente la vida y las esencias americanas. Ataca con fina ironía a las clases profesionales -al clérigo, al escritor, al profesor- por una supuesta defensa de los explotados, pues, en realidad, son apologistas del orden existente. Esta obra es un análisis con un trasfondo casi marxista. Trece años más tarde, Howells completó su utopía con Through the Eye of the Needle (1907), endonde dibuja detalladamente la estructura vital que rige en Altruria: rechaza la sociedad basada en la máquina y aboga por una vuelta al orden anarquista descentralizado, especie de retorno a las leyes naturales.Su más genuino discípulo es Hamlin Garland, escritor que siente la amargura de los cambios operados en su país. Nacido en una granja de Wisconsin, trabajó la tierra duramente en Iowa y en Dakota. Cree que los viejos Pasa a la página 10 Viene de la página 9 tiempos deben conservarse y que, con la máquina, las fértiles praderas del Middle Border han perdido su belleza y su felicidad. Para las generaciones que no conocieron los tiempos áureos de aquella región, Garland resulta un tanto extraño o anticuado. Sus descripciones les parecen sombría porque pretenden revelar la verdad tal como él la ve, sin justicia, sin esperanzas de redención para su pueblo. En la hondura de su alma perdura el ingenuo idealismo romántico. Le apasionan los problemas de la agricultura fronteriza y le desazonan los peligros de la industrialización: en frases expresivas y escuetas clama porque la tierra pertenezca a todos los hombres y no a unos pocos. Expresa su protesta ante un mundo construido a costa del sacrificio de la humana felicidad. The Captain of the Gray Horse Troop (1902) es un relato que revela el alcance estético de Garland: el protagonista descubre que la belleza en sí no puede llenar una vida, y sólo cuando se dedica a proteger a los débiles encuentra la auténtica alegría y plenitud. Es decir, no ha de practicar el arte por el arte, sino el arte al servicio del bien de la humanidad. En Crumbling idols (1894) hizo su profesión de fe: "Todo arte es social". El sustrato de su obra encierra una protesta contra la preponderancia de la vida industrial que ha ahogado los idílicos tiempos de la agricultura. Y sueña en que los hombres volverán a ellos: porvenir en que triunfarán la belleza y la justicia. ¿Es posible creer hoy en la utopía de estos dos escritores norteamericanos? No, probablemente. Pero los hemos recordado al ver con nuestros propios ojos pequeñas parcelas labradas por trabajadores -cesantes o no- en solares abandonados, junto a escombros de casas arruinadas o derruidas: pequeñas huertas regadas a mano, que no son irreales, ni son alucinaciones, ni un súbito espejismo. Clandestina y solitariamente, estos hombres -al terminar su trabajo o por carecer de él- convierten en verdor y vida pedazos de suelo baldío. No sólo alimento hortícola, sino también felicidad, reafirma en ellos una nueva fe en la existencia, dentro del inhóspito entorno industrial y ciudadano. La tierra vuelve a sonreírles y a tonificar su espíritu. No son dueños de ella, sino de su fruto, que, por otra parte, cualquiera puede arrebatarles. Pero ver brotar la semilla es ya un puro milagro que merece cualquier sacrificio. Viejos recuerdos y hábitos ancestrales se tornan esfuerzo dichoso, alegría de la vista. ¡Tantas memorias de infancia! Al contemplar estas pequeñas huertas, hemos recordado casi con ternura a Howells y a Garland. Los improvisados agricultores españoles -que jamás leyeron sus obras y desconocían sus apellidos y nacionalidad practican, sin saberlo, la utopía altrúrica: remanso de Naturaleza en la ruidos urbe contaminada por, humos fabriles y otras miserias. Amor a la tierra de los orígenes, nostalgia de una Arcadia -Altruria- perdida. Ojalá fuera salvación merecida, al mismo tiempo que rehumanización ciudadana. ¡Altruria!

Autor: Howells , William Dean

(Martin's Ferry, Ohio, 1 de marzo de 1837 - Nueva York, 11 de mayo de 1920), viajero, hispanista y escritor estadounidense, asociado al Realismo. Fue uno de los primeros intelectuales americanos que habló en favor de la justicia social y expuso las tesis del socialismo marxista, convirtiéndose en el consejero de muchos jóvenes rebeldes de la época. Su corazón estaba al lado de los débiles y de los explotados. Hoy estaría junto a los hombres y mujeres sin trabajo.


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