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Busqueda avanzada- N° páginas : 248
- Medidas: 150 x 210 mm.
- Peso: gr
- Encuadernación: Rústica
Rusia en 1931 VALLEJO,CESAR
A fines de los años veinte César Vallejo realizó dos viajes a la Unión Soviética, cuyas impresiones plasmó en este libro
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Sinopsis
El libro en los medios
Rusia en 1931 (Renacimiento). El librófago, 18 septiembre 2013
"César Vallejo visitó hasta en tres ocasiones la URSS entre 1928 y 1931 atraído por el colosal experimento social emprendido tras la Revolución bolchevique de Octubre. Fruto de estas estancias, el escritor peruano, fue publicando una serie de artículos, reportajes y crónicas aparecidos en la prensa de su tiempo que finalmente, junto a algunos textos inéditos, serían reunidos por la editorial madrileña Ulises bajo el título Rusia en 1931: Reflexiones al pie del Kremlin. El libro, del que se llegaron a agotar tres ediciones en apenas unos meses, le reportó al autor un éxito inmediato, desconocido, convirtiéndose en la obra que le granjeó a Vallejo una mayor repercusión a lo largo de su vida."
Vallejo en Rusia (Renacimiento). Biblioteca en llamas, 9 mayo 2013
"César Vallejo hace un publireportaje imitando a los macarras de discoteca y a los investigadores poco escrupulosos del presente: cortar y pegar. Lo que le dicen los burócratas que le acompañan en cada sitio –una fábrica metalúrgica, un despacho del Soviet, una tertulia de poetas-, eso es lo que él copia. En la tertulia de poetas le dicen que el gran poeta ruso de la revolución es Sadoief. Vallejo pregunta: ¿Más grande que Pasternak? ¿más que Maiakovski? Sadoief, le dicen; Maiakovski no es más que un histrión de la hipérbole, y en cuanto a Pasternak...Y esos tres puntos suspensivos son lo más elocuente de la conversación."
Autor: Vallejo, César
(Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892-París, 15 de abril de 1938) Poeta y escritor peruano considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Al término de sus estudios trabajó como maestro, hasta que a los 25 años un desengaño amoroso lo llevó a abandonar Trujillo y a establecerse en Lima. Después de varios meses en la cárcel de Trujillo, acusado de robo e incendio en una revuelta popular (1920-1921), se fue a París en 1923; expulsado por la policía, después de dos viajes a la Unión Soviética (1928 y 1929), vivió en Madrid de 1930 a 1932, pudiendo después regresar a París, donde malvivió hasta acabar, como han hecho observar algunos, «muriendo de miseria».